Portadas de la niña que podía volar

De este libro hay pocas portadas, pero de costumbre, y por no hacer excepciones, la española sigue siendo la fea con diferencia, por dios, mariposas que cogen las trenzas de la niña, ¡¡claro, como nunca se ponen mariposas por ninguna portada!! Si cualquier día veo a las mariposas exigiendo derechos de imágenes por ponerlas en tantas portadas, en fin. Y...¿dónde están las pecas de Piper? Porque en el libro bien que pone que era pecosa, pues nada, aquí la debieron de maquillar/photoshopear para la portada, porque yo o me he vuelto ciega o no las veo por ningún lado.

Pasaremos a la siguiente portada, que no me digáis por qué, pero siempre me hace pensar en las ilustraciones de los libros de Sookie. Por lo menos representa una escena del libro, cuando Piper en camisón, quiere saltar desde su tejado y volar, no puedo decir que me guste mucho, aunque sí que me gusta más que la española.

En esta portada tenemos la consabida recomendación de la Meyer, no vaya a ser que si ella no recomiende un libro, nos vayamos a perder una joya (personalmente, odio, pero, odio, cualquier letra en las portadas fuera del título y el autor, las demás me sobran, me estropean el libro y no me dejan ver bien la imagen, y ya me empiezo a  aburrir de tantas recomendaciones de escritores que o todo les gusta o se dedican a hacerse la pelota descaradamente entre ellos). Esta es la que más me gusta, con los farolillos volando, y las letras irregulares y redondeadas, sino estuviese la recomendación de la Meyer me gustaría más, pero no se puede tener todo en esta vida.

Y, por último una portada que representa una de las escenas del final del libro, así que no diré nada para no spoilearos nada de nada, es bonita, pero me gusta más la anterior. Aunque las montañas están muy logradas.