miércoles, 18 de mayo de 2011

IMM 25, sí, tengo un problema de consumismo...


Yo reconozco que tengo un problema, al igual que reconozco que no tengo muchas ganas de superarlo, si veo algo que me gusta, lo compro y punto pelota, como de momento no estoy en números rojos, tampoco veo que le tenga que poner mucho freno al tema.

Cada vez tengo esto más abandonado, da pena entrar por aquí, entre excusas para no escribir, cosas pendientes y tareas varias estoy hasta arriba de telares y hasta abajo de inspiración, como la inspiración no parece llegar, habrá que conformarse con escribir por escribir y lo que salga. Como CarloZ me ha pedido un IMM y es tan buena idea como hacer cualquier otra cosa (a pesar de que mi diablillo me susurré a la oreja lo agusto que estoy sin escribir), pues allá vamos, ¿quién diría que leer el BOE despertaría mis ganas de escribir (cualquier cosa menos volver a esos párrafos interminables de enmiendas sobre enmiendas y sobre enmienda una que siempre he sospechado que tienen algún mensaje subliminal que induce el sueño de cualquiera que los lea, nunca entenderé porque una cosa que se puede resumir en dos líneas ocupa 6 páginas).

Acabo de ver los libros de las fotos y ya he caído en la cuenta que me faltan algunos por poner, el pan mío de cada día, el Alzheimer, por más que diga el brain training que tengo menos edad de la real, la cruda realidad siempre me lo rebate con estas pérdidas de memoria. Mismamente me queda por poner el que me acabo de terminar:


Y no es que me haya decepcionado, despedida dejó el nivel casi tan bajo (sigo pensando que adicción fue el mejor de la saga) como medianoche (la única razón por la que me leí éste fue por terminar una de mis múltiples sagas para realizarme como mujer y que fue un regalo, no pensaba invertir ni un céntimo más en más continuaciones de esta autora ni de casualidad), así que me ha parecido normal y corriente, en el estilo de Claudia Gray con algunos de los clichés habituales. Es decir: 

Personajes poco carismáticos que no te provoquen ningún tipo de sentimientos por ellos)
+
Alguna que otra sorpresilla por el camino
+
últimas 80 páginas de adorno (batalla final)
+
final en el cual L.J. Smith le arrebató la pluma y se flipó tanto como en el final de invocación, happy ending pase lo que pase
II
Renacer


Y, en ebook me compré el nuevo de Kerstin Gier, en realidad se miente mucho más, que se aleja de la saga juvenil para meterse en el chick lit, espero que esté mejor que la portada y por lo menos me haga reír.

De la biblioteca conseguí rebeldes (Susan E. Hinton), que era un libro que me había recomendado  mi compañero de trabajo hacía ya un tiempo (en realidad me recomendó ver la película, pero como soy testaruda, pues me leí el libro primero y la película, todavía no la he visto). Me gustó bastante, me gustó bastante más que fuese un libro que te diese algo más que pensar que muchos libros juveniles, tardaré en olvidarlo, que es mucho más de lo que puedo decir de otros libros.

El libro de frío (Laurie Halse Anderson) me llamó la atención desde que vi esa portada con brillos (los brillos son mi perdición con las portadas, para eso soy como una urraca). Y, aunque está muy bien escrito, no sé, me esperaba algún final de esos que dan para discutirlos una y mil veces, después de todo lo que había oído de él, no un final fácil de entender. De todas formas, los libros de anorexia o que salga alguna anoréxica no son lo mío, me dan mucha grima la gente que es muy delgada y no suelo entender muy bien por qué dejan de comer y por qué no ven la realidad cuando se miran a los ojos. Ya lo descubrí  con la soledad de los números primos, que también una de las protas es anoréxica, tampoco me gustó, aunque claro, si se pasa todo el libro hablándome de relaciones y sin contarme otra cosa que traumas y ¡ay, qué pobres son los protagonistas! Tampoco es que el autor me vaya a ganar como su fan número uno. Curioseando por la red vi que había una película de la soledad de los números primos en italiano y que llegaría a España (cualquier parecido con el aspecto real de los personajes es pura ficción, sigo sin entender qué problema hay en teñir el pelo o poner peluca a una protagonista por dar más validez al libro, por no hablar de las lentillas, si es que a poco más y voy a creer que en Italia hay montado un complot contra las rubias, para que todas las protagonistas rubias acaben siendo sustituidas por actrices morenas (véase Nikki de perdona si te llamo amor o bien Alice de La soledad de los números primos).

El cuento número trece (Diana Setterfield) lo había sacado antes de la biblioteca, pero en otra edición cuyo tamaño de letra tan sumamente enano atentaba contra mi miopía, a poco más y me parece que fue escrito para liliputienses en vez de para personas normales, o bien tendrían un contrato con alguna multióptica, sino, yo no lo entiendo. Me gustó bastante, por aquello de misterio, familia disfuncional y atípica, a ratos me parecía que estaba leyendo un cuento para despertarme y darme cuenta de que había personajes  demasiado crueles como para pertenecer a algún cuento.

De bookmooch he recibido 3 libros, dos de las chicas Gallager de Ally Carter (espías y romántica juvenil, o eso creo) (2º y 3º) que me habían recomendado, así que ahora sólo me queda hacerme con el 1º para poder comenzar la saga y el de something borrowed que se me antojó nada más ver el trailer de la película. 

Ajuar funerario fue un libro que me llegó en mi primera caja multiactividades (entre otras cosas venía con el póster de la vaca del mal, si pudiese volar, cagaría todos los días sobre tu coche, póster versión casera) que recibo para un cumpleaños, llegó con demasiadas cosas, algunas de ellas se encuentran en estos momentos engrosando michelines y cartucheras, en varios y diversos depósitos grasos de mi cuerpo, pero como diría la de eurovisión, que me quiten lo bailado (se podía haber llevado una canción más cutre a Eurovisión, lo dudo mucho, ésta no iba como el chiquilicuatre a reírse del sistema, ésta daba vergüenza ajena oírla por la radio). A pesar de ser de historias cortas, el libro me gustó lo suyo, porque eran historias cortas, escalofriantes que provocaban una reflexión final en todas y cada una de ellas (lo que no quiere decir que encontrase la solución, porque hay mala gente que me regala libros cuando no está para resolverme las dudas, pero que si piensa que eso va a librarla de que yo no vaya con mis dudas anotadas para discutirlas, pues... Lo lleva claro, esto no se me olvida así como así).

Y, del resto, poco más que contar, cuando los lea, lo iré poniendo en el goodreads y tal vez, alguno que otro en el blog, todo sea volver a empezar, pero no creo que vaya a actualizar con la misma rapidez que antes, porque hasta julio no creo que esté menos ocupada.
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