miércoles, 16 de mayo de 2012

Reseña "El alma de las piedras"



Autor:

Paloma Sánchez-Garnica


Editorial:

Planeta


Título:

El alma de las piedras

Número de páginas:

615 (tapa dura).

Sacado de:

Mi regalo de navidad, del 2010.

Leído por:

Hace casi un par de años, hice el camino de Santiago, así que no sé por qué, decidieron regalarme el libro que iba del camino a la vuelta, digo no sé por qué, porque yo lo hice y ya está, otra cosa menos que hacer en la vida, no creo que lo vaya a hacer otra vez, no por lo de andar con la mochila, eso fue duro, pero no me importa, sino por lo de dormir en esas habitaciones con tanta gente (y humanidad, daban ganas de decirle a algunos que ducharse era gratis... Aunque con el olor de pies no había mucho que hacer en algunos casos) y siempre con gente que ronca o bien pasa frío cuando tú pasas calor y al final nadie está a gusto durmiendo, a ese es el tipo de cosas que me refiero. Sí, ya sé que se puede hacer de parador en parador como lo hacen algunos, que la mochila también te la puede llevar un taxi hasta tu destino, pero ¡¡ese no es el sentido del Camino!! Vamos, para hacer el camino hay que hacerlo sufriendo como los demás, en definitiva, siendo un peregrino A+, ni en bici ni en caballo, sino andando, con la mochila y durmiendo (o intentando hacerlo cuando los extranjeros, que se levantan dos horas antes que el resto del mundo para hacer la mochila que no han sido capaces de hacerla por la noche y se pasan horas haciéndola de noche cuando nada se ve, apuntándote con las linternas y despertando a todo el mundo), o los que se pasan la noche de juerga y luego también van despertando a todo el mundo al acostarse, en definitiva, llevo fatal lo de dormir mal y por eso no lo repetiría, pero es una de las cosas que me alegro de haber hecho una vez en la vida porque aunque llegas agotado después de cada día y con miedo de no tener sitio en los albergues, siempre tienes tu grupo con el que salir a tomarte una cerveza por la tarde, quejarte de los dolores del camino (porque somos peregrinos A+), ver por qué lo hace cada uno, curarnos entre todos y ese tipo de cosas que de normal no haces con los primeros que conoces. Y soy atea, pero al llegar a Santiago yo también me emocioné lo mío, porque ves a tanta gente que se queda por el camino por dolores, esguinces, torceduras, etc. Que al final, cuando lo terminas sientes que todo ha valido la pena (aunque pases de entrar a la iglesia de Santiago porque estés hasta el moño del verde-prado-iglesia que te acompaña día tras día).



Argumento:


Es el año 824 cuando tres curiosos personajes: el ermitaño Paio, el obispo Teodomiro y su ayudante Martín de Bilibio “hallan” una tumba cuyos restos, aseguran, pertenecen a Santiago Apóstol. Crean así, en el bosque Libredón, cerca del finis terrae o fin del mundo, el Iocus Sancti Jacobi para mayor Gloria de Dios. Dos siglos después, una joven noble, Mabilia, que por una traición a su padre se ve obligada a meterse en un mundo de hombres, descubre de la mano de un cantero una marca en una piedra que conduce hasta La Inventio, un pergamino escrito por el monje Martín de Bilibio en el que se cuenta el “milagroso” hallazgo. Mabilia decidirá acompañar a Arno, el cantero, en busca de la verdad. En su peregrinaje conocerá la bondad que produce esa ruta, la construcción de ciudades, monasterios, caminos y puentes, así como el lado más oscuro de los canteros y su extraña labor de “arrancarle el alma a las piedras”, con el fin de evitar el olvido. (Extraído de la contraportada )

Mi opinión:




Si los peregrinos de hoy en día vamos buscando estos símbolos por el camino:
 .

Los de antes tenían en sus iglesias la marca de la espada partida y la del símbolo prisciliano (no sé si siguen, pero desde luego hoy google images me han fallado, porque estoy convencida de que por lo menos la de la espada la he visto, pero no la encuentro ¬¬). Y este es el motivo del libro, la discusión, no entre marcas, sino entre el apóstol Santiago y el mártir Prisciliano. 

En el libro nos encontramos dos historias, una que transcurre 824-868 d.C. en la que vamos siguiendo cómo se forjó la leyenda de que el apostol Santiago está enterrado en Santiago de Compostela, que fue algo así, aquí hay mucho Celta y no quieren seguir las doctrinas de la iglesia sino las paganas, bueno, pues si no podemos con el enemigo, vamos a unirnos a ellos y a hacer lo pagano y lo hereje sea cristiano, pero con otro nombre (el mismo perro, pero con distinta correa). En este caso, si aquí está enterrado Prisciliano (un loco al que se le ocurrió promover los ideales cristianos de austeridad y de pobreza y al que la Iglesia en general le dijo, si hombre, eso está muy bien para escribirlo en la biblia, pero vivir nosotros pobres, ¡anda ya! Así que Prisciliano fue condenado como hereje, como ya sabemos la Iglesia no es conocida permitir una gran libertad de expresión. Esa es una teoría, otros dicen que hacía magia y otros piensan ambas cosas de él, aquí el que no se conforma es porque no quiere), pues decimos que anda Santiago de cuerpo presente, total por aquel entonces no existían las pruebas de ADN y no había modo de comprobarlo a no ser que el cadáver todavía fuese medianamente identificable, pero con no exponerlo ya estaba. La historia es algo más compleja, por algo el libro tiene 615 páginas, pero esa es la idea principal de la primera historia, que es narración en tercera persona, pero siguiendo al escribiente Martín de Bilibio.

La segunda historia es la que más se desarrolla dentro del libro, también es una narración en tercera persona que sigue a Mabilia, la historia empieza en el 1094 y continua hasta el 1115. A mi madre le encanta decir que hay personas que nacen con estrella y personas que nacen estrelladas, pues bien, Mabilia entraría dentro de la categoría de estrelladas: se le muere el padre, su tío se quiere casar con ella (con 14 años, porque a la pobre ya se le está pasando el arroz, aunque no le haya venido la regla, por no hablar que el papa no permite esos matrimonios entre familiares tan cercanos...), y ante la perspectiva de tener que pasar la vida con ese especimen de ser humano al que llaman tío Geoffroi huye junto con su hermano, su cuidadora Orengarda y Ernaud (un amigo cantero-caballero). A partir de aquí casi todo sale mal. Podría decir que Mabilia tiene muy mala suerte, porque sería verdad, pero vamos, la muchacha tiene menos luces que una bombilla fundida, se pasa la novela disfrazada de chico, pero cometiendo fallos garrafales, como al hablar de ella misma, hablar de ella en femenino (la en vez de lo; o enfadada en vez de enfadado...), meando como una chica a la vista de la gente (no siempre, pero vamos, tampoco pone mucho cuidado porque en una de las partes del libro le dicen que como siendo chico mea como chica que es lo que se va diciendo en el pueblo), contando secretos que ha jurado no contar para luego dar marcha atrás y donde dije digo digo Diego, vamos, un lujo de muchacha, sinceramente cuando habían pasado unas 100 páginas con ella me entraban ganas de entrar al libro y matarla yo misma, porque tanta tontería es difícil de aguantar en una persona.

Aunque la historia haya sido amena, tengo algunas quejas, del tipo de que no hay nada lo suficientemente sorprendente, ni un giro inesperado, es más con Mabilia ya sabes que como todo le va a ir de mal en peor, se acaba prediciendo todo con bastante facilidad y con la historia de Martín, pues por el estilo, no le va todo de mal en peor, pero no es tampoco de lo más emocionante, es como conducir en autopista, todo tan predecible, que nada pilla por sorpresa. Pero insisto, he aprendido un montón de cosas sin darme cuenta, se nota que hay mucha investigación detrás de la novela (aunque no haya dibujos de la espada partida y de la marca prisciliana, yo soy partidaria de que con esos dibujos mejoraría mucho más la comprensión) y sin que esos momentos "del saber" me hayan resultado pedantes o tediosos, están bastante integrados en la historia.

En cuanto a los protagonistas y secundarios, son muy predecibles y planos, quitando una reacción de Galindo, que bueno, puede pillar algo por sorpresa, pero tampoco tanto, todos han sido de lo más planos, los bueno muy buenos y los malos muy malos, no ha habido cambio en ninguno ni ningún tipo de evolución, Ernaud siguió siendo San Ernaud a lo largo de la novela y Martín igual fue el que más cambió aceptando que hay más versiones que la que obligan a aceptar a la mayoría. Al final he echado en falta algo más de desarrollo de Hildelgarda (la mujer era mala a dolor, pero siempre me pregunté cómo chantajeó al Papa y consiguió preparar todas las suyas) y que explicasen algo más las maldades de los malos, no decir, este es malo porque es malo y punto.

Otra queja, pero esta es a nivel personal, es del camino de Santiago, a ver, si yo recuerdo que la gente se lesionaba muchísimo más en la cuesta que va de Foncebadón a Ponferrada que en las subidas en las cuales tanto reincide el libro y sobre las que tanto se queja la protagonista, estuve mirando y me quedé a cuadros al ver que la autora hizo el camino de Santiago, porque de las penurias que describe, son a veces, muy distintas de la realidad, no sé si tanto cambiarán con los siglos, pero vamos, por lo menos Mabilia todas las veces lo hizo sin mochila y eso libera bastante las rodillas y los tobillos de posibles lesiones, por no hablar de dolor de espalda (muchos de los que han hecho el camino me dijeron antes de ir, y les doy la razón, que lo que cansa no es caminar, sino hacerlo con la mochila a cuestas), en el libro todos los males que sufren son ampollas, que vale, eso si entra dentro de la normalidad; el mal de San Antonio, que no entra tanto en la normalidad y ya, aquí ninguno tiene esguinces ni distensiones ni nada por el estilo.

En definitiva: un libro con acción en la época medieval, que se deja leer, aunque tampoco lo clasificaría dentro de los imprescindibles.

Frases estelares:
...con el tiempo he llegado a entender que para buscar la verdad de la historia es necesario buscar en las sombras.

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