John Boyne
Editorial:
Nube de tinta
Título:
El increíble caso de Barnaby Brocket
Título original:
The terrible thing that happened to Barnaby Brocket
Traducción:
Ana Mata Buil
Número de páginas:
249
Cubierta:
Oliver Jeffrey
Leído por:
Tras haber leído el niño del pijama de rayas, si una cosa tenía clara, es que John Boyne era de mis autores favoritos y que no dudaría en hacerme con otros libros suyos, bien, se puede decir que este no ha sido precisamente mi favorito...
Argumento:
Barnaby Brocket es un niño
especial que pertenece a una familia demasiado normal; peor aún, tremendamente
normal, aburridamente normal. Sus padres y sus hermanos son gente respetable y
no les gusta nada llamar la atención; pero su mundo se pone patas arriba el día
en que nace Barnaby. Su madre se da cuenta de que algo va mal en cuanto empieza
a notar los dolores de parto, extrañamente intensos, aunque lo peor está por
llegar: ¡su bebé sale disparado y se queda flotando en el techo de la
habitación!
Después de pasar por médicos y más médicos, el diagnóstico es concluyente: Barnaby no obedece a las leyes de la gravedad y su estado natural es flotar. Sus padres, desesperados, no saben qué hacer con él y de nada sirven las súplicas del niño, que asegura que quiere quedarse en el suelo, pero no puede.
Al final, solo queda una solución: dejar que se vaya volando... (Extraído de la contraportada)Después de pasar por médicos y más médicos, el diagnóstico es concluyente: Barnaby no obedece a las leyes de la gravedad y su estado natural es flotar. Sus padres, desesperados, no saben qué hacer con él y de nada sirven las súplicas del niño, que asegura que quiere quedarse en el suelo, pero no puede.
¿Cuál
es la mayor vergüenza de una familia normal? Tener un hijo anormal, o lo que es
lo mismo ¿cuál es la mayor vergüenza de los Brocket? Tener un hijo que no para
de llamar la atención porque no obedece la ley de la gravedad. Así que un buen
día, sus padres, cansados de que el niño no sea normal, no llame la atención
normal y no permanezca en la tierra como una persona normal, deciden
abandonarlo. De esta manera empieza Barnaby su periplo de aventuras (siempre
con un clásico a mano o a desmano), donde conocerá a mucha gente anormal
(hombre con la cara quemada, dos ancianas “muy amigas”, unos astronautas, un
hombre que es limpiacristales de día y artista de noche, ...) a los que sus
familias no han terminado de aceptar por sus anormalidades, vamos, a gente como
él.
En
todos los casos, Barnaby siempre sigue queriendo volver con su familia, y
metiéndoles el gusanillo a los otros de por qué no perdonan a sus respectivas
familias; y como no, Barnaby siempre será una pieza clave en el éxito de los
susodichos personajes que se encuentre por el camino, de hecho, me ha recordado
a War horse, pero en vez de
protagonizarla un caballo la protagoniza un niño(y entonces, para mi gusto ya pierde mucho, donde esté un bicho que se quiten las personas, no amo menos al hombre, sino más a la naturaleza). Conforme iba leyendo el libro
lo único que no paraba de pensar era que si Disney descubría este libro, en
breve vería una película en Disney channel con el pobre niño. La historia no
tiene nada de original, nada de profundidad, porque los personajes con los que
queda Barnaby le duran menos que una piruleta a la puerta del colegio, así que
al final, conocer conocer, no conoces a nadie, solo van, cuentan toda su vida
a un desconocido, es decir, Barnaby y luego siguen con su vida (pero como siempre, Barnaby les ayuda/soluciona sus problemas o les da que pensar).
Puede
que sea muy mayor para este tipo de historias, aunque algo me dice que si ahora
releyese Matilda o Charlie y la fábrica de chocolate, los seguiría disfrutando
igual; puede que haber leído el niño del pijama de rayas haya hecho que espere
mucho más de John Boyne que este libro, pero en todo caso, la decepción ha sido
mayúscula: me ha costado engancharme, no me ha sorprendido y el final me ha
medio decepcionado, dejándome con una sensación agridulce, al final los personajes ni evolucionan ni nada, salvo el protagonista y la decisión que toma tampoco es que me agrade sobremanera: SPOILER no entiendo por qué tiene que dejar a su familia (es como un cura con los otros personajes dándoles sermones sobre perdonar y aceptar a su familia para luego abandonarles, y vale que tiene unos padres para echarles de comer aparte, pero su perro y sus hermanos le adoran, tampoco es una vida tan tan mala) , si que entiendo que el significado aceptar que es especial conlleve que se encariñe con su "especialidad", por decirlo de alguna manera, pero no entiendo por qué se tiene que quedar con una especialidad que le limita, es como ofrecerle a un ciego la posibilidad de ver, vamos, a ver que ciego te dice, no, yo mejor me quedo ciego que lo de ver me quita ser especial. Si Barnaby sigue flotando al final tampoco puede hacer un montón de cosas, como puenting, lanzarse con paracaídas... Cosas que él mismo afirma que quiere hacer, y llevar la mochila con tanto peso dice que le hace daño (no me extraña) y estar atado tampoco le gusta (vamos, es para mandarle a tomar por culo al final por elegir lo que elige), otra cosa sería que fuese especial por tener un lunar, algo que no le limitase, entonces lo entendería que se lo quisiese quedar, como en "Un lugar para Katrin" de Willi Fährmann. Por no hablar de la evolución o falta de ella de los padres, parece ser que van a evolucionar, que le echan de menos y el final es un quiero y no puedo, como si John Boyne hubiese visto lo mucho que se acercaba el libro a un "estilo Disney" y dijese, ¡eh! Vamos a marcar la diferencia". FIN DE SPOILER
En
definitiva: una historia lineal, del estilo Disney dirigida a un público más
infantil que juvenil.
Más información:
http://www.johnboyne.com/