Jacqueline Kelly
Editorial:
Square fish (MacMillan)
Título original:
The evolution of Calpurnia Tate
Número de páginas:
340
Cubierta:
Beth Whitehttp://lindgrensmith.com/artists/view/beth-white/beth-white-cut-paper-illustration-portfolio-1 y diseñada por April Ward
Leído por:
Con la
cantidad de premios que tiene, supongo que a una no le queda otra cosa que
agachar la cabeza y acabar leyéndolo: Newbery Honor book (2010), ALA Notable
Children’s book (2010), YALSA Best book for Young adults (2010), Chicago Public
Library Best of the Best (2009), IRA Children’s book award (2010), Josette
Frank Award (2010), Texas Lone Star Reading List (2010), Vermont Dorothy
Canfield Fisher Award Master List (2010-2011), Virginia M. Law Award for the
most distinguished book for Young adults on Texas History (2009). Vamos,
no sé si en 2010 le quedaría algún premio más por tener.
Y además, a los editores les dio por pensar que, oyes, en la
contraportada podrían poner resumen aparte de las insufribles recomendaciones
de fulanito o menganito.
Argumento:
Calpurnia Virginia Tate, Callie Vee, es una niña que vive en
un pueblo de Texas. A pesar de que su madre insiste en que aprenda a tocar el
piano, coser y cocinar, ella está más interesada en lo que ocurre tras la
puerta cerrada de la biblioteca, o en el laboratorio de su abuelo. Poco a poco
irá ganándose a este señor un tanto huraño y empezará a colaborar con él en sus
observaciones del medio natural, aprenderá quién es Darwin, qué son las
especies y las subespecies y también lo idiotas que se vuelven los hermanos
mayores cuando se enamoran. (Extraído de la contraportada)
La historia comienza con Calpurnia, una niña de 12 años,
preguntándose por qué ese verano hay más saltamontes amarillos y estos son más
grandes que los verdes de toda la vida, que encima son más pequeños de lo
habitual. Con esta duda se dirige a su abuelo, y, tras armarse de valor, porque
todos sus nietos viven asustados por la imponente figura de su abuelo, le
pregunta el por qué. Su abuelo, tras escucharla, en vez de “darle el pez, la
enseña a pescar”, a descubrir cosas por sí misma. Mientras su madre intenta
convertirla en ama de casa y mejorar sus habilidades domésticas, restándole
tiempo para sus investigaciones y su abuelo.
Así empieza el libro, pero no se queda solo en el
descubrimiento de la naturaleza, también investigará los avances de la sociedad
en 1899 y las relaciones en un pueblo de Texas, sobre todo las de los Tate.
Calpurnia se presenta como una chica curiosa e inteligente,
la única de 7 hermanos, no es especialmente guapa, no es especialmente buena en
las labores domésticas, es alguien bastante real y creíble. La relación entre Calpurnia con su abuelo, que
comienza con un pequeño acercamiento para preguntarle lo de los saltamontes, su
audiencia con el dragón, tal y como la define Calpurnia en un principio, que se
acaba haciendo más y más estrecha mientras investigan, hasta el punto que para
Calpurnia llega a ser el más importante de su familia.
Diría que los capítulos
se podrían leer independientemente unos de otros, porque cada capítulo
trata de un tema distinto, pero no sería enteramente cierto, porque hay algunos
relacionados, pero sería más exacto decir que cada capítulo empieza un tema que
se terminará en ese mismo capítulo; por cierto, que las introducciones a los
capítulos, no solo con el título, sino con un fragmento relacionado con el
capítulo de “El origen de las especies” de Darwin me ha encantado.
No ha sido una historia que a mí me haya hecho quererla leer
sin parar, sino leerla despacio e irla degustando por el camino, me he reído
mucho con las ocurrencias de Calpurnia, con su modo de ver la vida y su modo de
“simplificar los experimentos”, las “relaciones amorosas”…, otro libro narrado
por una niña que me ha encantado (tengo predilección por estos narradores, ^^).
He leído por algunos sitios, que el final queda demasiado
abierto, porque no se sabe quién va a ganar la batalla: si Calpurnia y sus
ganas de investigar o el destino ayudado de su madre para convertirla en una
ama de casa en condiciones. A mí no me lo ha parecido así, de hecho, en el
penúltimo párrafo del libro ya dice:
“Era la primera mañana del primer día del nuevo siglo. La nieve cubría el suelo. Cualquier cosa era posible”.
Si casi puedo oír a Jacqueline Kelly desde el punto de vista
del abuelo diciendo, ¿os lo tengo que dar todo masticado?
En conclusión, un libro que recomiendo a todos los amantes
de la naturaleza que no les importe verla desde la perspectiva de una niña de
12 años.
-Chicos, tengo algo que anunciaros: estos pasteles de manzana los ha hecho vuestra hermana. Estoy segura de que a todos nos encantarán.
-¿Puedo aprender yo, mamá? -preguntó Jim Bowie.
-No, J.B., los chicos no hacen pasteles -respondió mamá.
-¿Por qué? -quiso saber él.
-Porque tienen esposas que los hacen por ellos.
-Pero yo no tengo esposa.
-Cariño, seguro que algún día, cuando seas mayor, tendrás una esposa muy bonita que te hará muchos pasteles. Calpurnia, ¿te importaría servir?
¿No había forma de que yo también tuviera una esposa? Eso me preguntaba mientras cortaba la C dorada y al instante hacía añicos toda la cubierta. Intenté cortar pedazos definidos, pero destrocé mi obra y acabé sirviendo a cucharadas un pastel que más bien parecía papilla. Papá le sonrió a su postre, le sonrió a mamá y me sonrió a mí. Mis hermanos hicieron aspavientos de admiración y se lanzaron sobre sus raciones como perros hambrientos. Mi clase de cocina había durado toda la tarde, pero sus frutos se consumieron en cuatro minutos escasos. Y nadie podría halagarme lo bastante como para compensar el hecho de haberme perdido horas con mi cuaderno, mi río, mis especímenes y mi abuelo. El abuelito masticó su pastel absorto en sus pensamientos.
Más información:
http://www.jacquelinekelly.com/
http://lindgrensmith.com/artists/view/beth-white/ (Este es el link de la señora que hizo la cubierta, sus diseños merecen mucho la pena, no me he podido resistir a meterlos aquí)
P.D. El cuaderno de Calpurnia y otros especímenes de la naturaleza.